Desde el vientre de esta jaula
te traigo esta melodía.
Canta tú, porque mi llanto
me ha dejado la voz herida.
Cadenitas me has atado
de azucenas y secretos.
Si yo te canto una nana,
niña, duérmete en silencio.
¡Ay!, ¡qué andaluza te siento,
dueña de esta cárcel mía!
Si yo te canto una nana,
niña, duérmete deprisa.
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